El scrum sin disputa viene generando polémica en el mundo, y por eso la IRB estudiará a fondo la formación para analizar posibles cambios reglamentarios

Los srums sin oposición es uno de los temas que el panel de expertos de la IRB analizará en los próximos meses dentro de su Estudio Experimental de las Leyes de juego, según aseguro el propio presidente de la entidad, Bernard Lapasset.

“La IRB está sobre aviso que hay cuestionamientos relacionados al scrum sin disputa. El Comité de Rugby de la IRB se reunirá en abril para discutir posibles soluciones para estos problemas sin impactar a la esencia del juego”, aseguró el presidente de la IRB Bernard Lapasset.

“Cualquier solución potencial para eliminar las circunstancias que llevan a los scrums sin disputa tendrán la seguridad de los jugadores como máxima preocupación, además se asegurar que la identidad única del rugby se mantenga. Es importante también que todas las soluciones potenciales sean aplicables en todos los niveles de juego, agregó el presidente.

La semana pasada el tema fue motivo de polémica, cuando en pleno partido de la Heineken Cup entre Leinster y London Wasps, los irlandeses sufrieron la lesión de sus dos pilares titulares, y en el banco solo tenían un primera línea. Eso llevó a que el juez decidiera jugar a partir de allí scrums sin disputa, lo que benefició claramente a Leinster, que hasta allí había sido arrollado por los ingleses en la formación, lo que había sido la base para que los ingleses sacaran claras diferencias en el juego, que a partir de ese momento se vieron disminuidas.

Luego de eso Ian McGeechan, Director de Rugby de los Wasps, propuso que la Heineken Cup utilice el mismo sistema que el Top 14 francés, donde es obligatorio que cada equipo presente en el banco de suplentes tres primeras líneas.

Según se anuncia en el parte de prensa oficial de la IRB, la medida es parte del “más amplio estudio del scrum en la historia del juego, que llevará tres años de análisis”

“La meta principal de este estudio sin precedentes es determinar las mejores posibles técnicas de dirigir y referear esta área crítica del juego”, finalizó Lapasset, en una situación más cautelosa con respecto a la formación fija por excelencia del rugby.