Le ganó 17-15 a Gales y festejó por primera vez desde 1985 el título del Seis Naciones

Irlanda entró en la historia. La generación dorada de los verdes tuvo su chance y con la victoria sobre Gales 17-15 se quedó con el Seis Naciones, con Gran Slam incluido al ganarlo de forma invicta.

Fue un partido plagado de nervios, en los que cada equipo aprovechó los errores de los rivales para sumar puntos importantes.

Irlanda, pese a ser al que le servía una derrota, fue el que propuso juego la mayor parte del partido. Una vez más tuvo en sus forwards una fuerza implacable, que puso el juego en cancha rival, peo durante la mayor parte del partido le faltó precisión en los metros finales. Además los dirigidos por Declan Kidney cometieron una serie de penales, algunos mnuy tontos, que le permitieron sumar a los galeses.

El Dragón abrió el marcador sobre el final de la primera parte, a través de dos penales que Stehpen Jones mandó adentro para irse 6-0 al descanso.

En el arranque de la segunda parte apareció el mejor O’ Gara, hasta ese momento de flojo partido, para con dos kicks excelentes facilitar los dos tries con los que Irlanda pasó al frente 14-6. Primero fue un kick a la punta, que provocó la presión sobre la defensa el line, y luego una sucesión de fases para que Brian O’ Driscoll terminara apoyando como un forward más.

Y casi en la siguiente jugada, una gran habilitación del 10 a Bowe, que sin marca corrió hasta la H para poner diferencias que parecían casi definitivas.

Sin embargo, Irlanda cometió errores absurdos, como un penal a O’ Callaghan por sobrar a su rival tras un knock on que provocó otro penal de Jones para ponerse 14-9. Y un rato después otro penal tras una infracción en el line, para ponerse a tiro de penal 14-12.

El equipo irlandés tenía todo para sacar la pelota de su campo y jugar, pero la presión del tener el título y el Grand Slam provocó un error tras otro. Knock ons, penales y errores de pase que le daban a Gales una chance más, aunque sea de sacarle el invicto.

Y llegó de drop, para el 15-14 y que el Millenium explotara por arruinarle la fiesta a Irlanda. Pero Irlanda lo fue a buscar, y con una mala salida de Gales que provocó el line en contra, el equipo verde tuvo su chance. Line, pelota corta y drop para O’ Gara, y un pulmotor para el resto del estadio: 15-17.

Gales lo fue a buscar, probó por un lado y otro, hasta que un penal de Irlanda le dio la última chance al Dragón. Y la última, a 46 metros, se le quedó corta a Stephen Jones, para que Irlanda por fin ingresara en la historia.