El capitán de PSG, de vuelta en la selección tras dos años, disfruta el momento y busca afianzarse en el equipo
A los 29 años, Luis Ara está viviendo una segunda primavera con la celeste. Su buen 2008 con PSG lo encontró dentro de la lista en el arranque del ciclo del seleccionado, primero en octubre para el partido frente a Buenos Aires, luego en la pretemporada y ahora en el arranque del Crossborder, como titular en la tercera línea. El capitán de los rojos disfruta el momento, y aunque haga el “paso a paso” de Mostaza Merlo (“hay que disfrutar cada partido, dar lo mejor y después se verá”, según sus palabras), puede hasta soñar con llegar a Nueva Zelanda 2011.
“Siempre que me llamaron traté de hacer lo mejor. Yo había estado en el proceso de 2004-2005, también en el seven y en las juveniles y luego en la preselección para la eliminatoria, aunque después se me complicó por temas laborales. Estoy tratando de ganarme un lugar, hay muy buenos jugadores, más los que van a venir del exterior. Lo mío es partido a partido, ahora estamos afrontando estos partidos del Croosborder, y entrenando muy duro”, asegura Ara a Rugbynews, mientras trata de hacer malabarismos con el tiempo, algo particularmente escaso para los más grandes del grupo.
“Cuesta mucho, porque no es solo el tema de ir a entrenar dos horas por día, está el tema del gimnasio, que yo lo estoy haciendo en otro lado porque me queda a contramano. Se complica porque uno tiene compromisos de trabajo y también está la familia, pero jugar en la selección es lo mejor que te puede pasar, entonces se disfruta. Todo es positivo, porque el nivel técnico y de preparación física que adquirís después se nota en tu club”
Con respecto al debut en el Crossborder, “Luiso” aseguró que fue un partido difícil de soportar, sobre todo en el arranque. “Fue un partido raro, la verdad adentro de la cancha era un infierno el calor, entonces los primeros 20 minutos estuvimos un poco perdidos, costó agarrarle la vuelta. De todos modos creo que nunca corrimos riesgos, salvo algún momento en el que se acercaron un poco. Siempre fuimos superiores, aunque tenemos que mejorar en ataque. En defensa anduvimos bien. Personalmente me sentí bien, creí que iba a cansarme antes, pero aguanté”.
De todas maneras los celestes tendrán que elevar la mira para enfrentar a Rosario el sábado. “Tiene otro nivel, y te exige más. Además nos vamos de mañana, y a pesar que está bueno viajar en avión el mismo día, el hecho de estar arriba desde temprano y jugar tarde influye. Hay que entrar a defender muy bien y a partir de ahí plantear el juego”, asegura el capitán de PSG, refiriéndose a un esquema que todos los integrantes de la selección repiten como lema. “Es lo que plantearon los entrenadores. Defender fuerte y usarlo como arma de ataque, aplicar la presión para generar chances, porque es verdad que la pelotas recuperadas son las mejores para atacar”.
Pisando casi los 30, Luis es uno de los veteranos del plantel. De todas formas destaca la unión del grupo, algo fundamental para sobrellevar el esfuerzo hecho en el verano para ponerse a tono físicamente. “A pesar de que hay diferencias de edad, es un muy buen grupo, muy divertido, hay buena onda, y para eso ayuda ver como se están esforzando todos. Son cosas que a veces la gente no ve, pro hay chicos que están haciendo un esfuerzo enorme, entrenando en doble horario, también los que vinieron del seven, que se acoplaron y se pusieron a entrenar. Todo eso te ayuda y te motiva también a sacrificarte mas. Creo que el trabajo físico se va a sentir cuando juguemos tres o cuatro partidos, que es cuando empezás a aflojar. El trabajo está hecho, con un sacrificio grande y creo que se va a ver reflejado la cancha”.