No parece fácil la situación que hoy día vive la Unión Galesa de Rugby. Hace ya un tiempo, y sobre todo luego del gran Mundial disputado por el seleccionado del dragón, el éxodo de jugadores a ligas europeas más poderosas que la local se ha acrecentado considerablemente.  

 

Preocupado por esta realidad, el entrenador de los Cardiff Blues, Gareth Baber, se comunicó con las autoridades pertinentes para intentar buscar algún tipo de solución a este caso. Para el coach, la partida excesiva de jugadores a las ligas más competitivas del mundo, solo provocará que el nivel local disminuya considerablemente. Impidiendo continuar con ese proceso de crecimiento que ha tenido el rugby galés de los últimos años.   

   

El destino más común que suelen tener aquellos que emigran en busca de un futuro mejor es Francia. Entre ellos están jugadores como Adam Jones, Gethin Jenkins y Luke Charteris, entro otros, reconocidos nombres a nivel de selección. Inclusive Jenkins, pilar de los Blues, podría pasar a Perpignan con un importante contrato de por medio.

 

La principal razón que genera esto, es el descontento de muchos de los jugadores nacionales, que se han referido a la difícil situación económica que se vive en el país; donde los suelos no son lo suficientemente buenos, ni capaces de cubrir las necesidades de todos los jugadores de la liga.     

 

Ante esta condicionante, el gran desafío para la Unión Galesa de aquí en más será intentar encontrar respuestas y posibles soluciones a un problema que no parece concernirles plenamente. Pero que debe ser resuelto lo antes posible si que se quiere mantener una liga de buen nivel.