En la última parte de la Entrevista, Camardón analiza el camino que debe tomar Uruguay para no seguir alejándose en el contexto internacional
Estamos dando ventajas en cosas que después son insalvables
¿Cuál es el camino para no perder el tren de la competencia internacional?
Creo que tiene que ir salvando las brechas en todos los aspectos: dirigencial, en la parte física, en la nutritiva, en el análisis de video, en la competencia local. Crear torneos locales fuera del torneo de clubes, que te puedan dar competencia con equipos de Argentina, y darle a los jugadores actividades donde la Unión pueda poner las reglas de juego. Que los árbitros le pida que referee de tal manera, que los entrenadores tengan una línea que baje desde selección, que diga ‘necesitamos que los jugadores jueguen a esto’, que determinada pareja de medios o de centros juegue junta. Y después sumándole la competencia internacional. Hay que salvar diferencias, porque la gran brecha está ahí: estamos dando ventajas en cosas que después son insalvables, y cada vez son más grandes.
¿Es necesario sumarse al profesionalismo mandando jugadores a Europa?
Es uno de los caminos, pero tenés que dar pasos anteriores para llegar a eso, armar una buena estructura debajo y hacer muchas cosas antes para decir: ahora el paso es el profesionalismo. Pero no podés pasar derecho al profesionalismo sin haber armado abajo lo que te lo va a sostener. Todo va dentro de un programa, un consenso con los clubes. Porque la otra cosa es el objetivo final. Porque no sé si van a estar todos de acuerdo en que el objetivo sea llegar al Mundial. Hay que ver cuánto le importa al rugby uruguayo, y cómo vamos a ir. Una problema que escuché bastante es todos los jugadores de seleccionados juveniles que se pierden en el salto a la selección mayor. Ahí tenés un punto a trabajar, te encontrás con jugadores que van a empezar a estudiar, a trabajar. Tenés que ver qué sistema utilizar, si te interesa contenerlos, porque ahí estas invirtiendo en formación para luego perderlos. Es un punto, hay muchísimos otros. Hay que armar un plan bastante amplio.
¿Cómo fue la exigencia de trabajar tan intenso en un régimen amateur?
No es fácil. La exigencia es mucha. A mí me hubiese gustado hacerlo de otra manera. Pero las condiciones son estas. Es un rugby amateur y las condiciones de selección son los que son, te tenés qué acotar a la situación. Todo el staff dejó tiempo, trabajo, familia, mucho.
¿Te hubiese gustado dedicarle más tiempo?
Por cómo me gusta hacer las cosas sí, pero no se puede, porque tengo trabajo familia, vivo a 120 km, mis prioridades son otras.
Una crítica que hubo en el rugby uruguayo es que se te veía poco en los partidos del campeonato.
Fui exactamente a seis. Y me parecieron todos iguales en nivel de juego y propuesta. Todo lo que tenía que ver lo había visto. Y además yo trabajo sábado y domingo. y me tenía que escapar del trabajo De todos manera s tenia a Bruno, a Pino, a Gonzalo, tenía gente que me decía qué pasaba, te leía a vos…
Se decía que por esa ausencia, Grunwaldt y Piñeyrúa eran los que tomaban las decisiones
Es probable… ¿Cuál es el problema? Yo confío en ellos. Escucho, veo, y tomo una decisión. El proceso es corto y tenés que ajustar muchas cosas. Yo confiaba en ellos 100%
¿Es necesario un cuerpo técnico profesional?
Sería ideal, no sé si posible. Más bien habría que profesionalizar ciertos cargos, que te lleven adelante el proyecto, lo controles, y vayan mejorando. Es muy difícil hacerle un reclamo a alguien que te da su tiempo. Tenés tener a alguien que le puedas reclamar, exigir, en base a objetivos y a equipos rentados, que digan ‘este es el plan y vamos viendo cómo lo hacemos’. El cuerpo técnico sería interesante profesionalizarlo
¿Cuánto creés que influyó Carrasco Polo en el conflicto?
Yo creo que fue uno de los jugadores principales. Pero la verdad que es volver para atrás, me quedo con lo positivo. Si no es decir: ‘mira lo que dijo ahora Camardón’ y levantar mas el polvo cuando se está tratando de trabajar en mejorar todo.
¿En que se equivoco tu cuerpo técnico?
Creo que todos somos culpables de todo, si empezamos a decir ‘yo tengo razón y vos no’ vamos seguir siempre en los mismo. Para mí se pueden juntar y decir ‘vamos a empezar a negociar. No es malo, porque te lleva a una solución y no a una solución trabada, como ahora. Ahora es borrón y cuenta nueva, qué sacamos de positivo en esto, y tratar de llegar a un programa en conjunto, porque si no las diferencias con el rugby internacional se sigue ampliando.
¿En un futuro, volverías a la selección?
No sé. Ahora voy a tarar de sumar en Lobos, me interesa lo que es la formación, creo que una de las claves está ahí. Voy a tratar de poner mi granito en eso.
¿Darías alguna especie de asesoramiento?
Ayudar siempre, sí. Pero creo que no pasa por ahí la cosa importante, por lo técnico, sino por resolver tantas otras cosas que a lo técnico lo benefician. Si no, son parches que no sirven al plan general.
¿Alguna consideración final?
Agradecer la oportunidad y decir que todo lo que hemos hecho lo hicimos con la mejor de las intenciones y tratando de sumar, sin darle la razón aun o a otro, simplemente tratando de sacar la mejor situación y más rápida posible para lo que era un objetivo. Como te digo, para mí nadie tiene la razón, están todos equivocados… tienen que asumir que están equivocados para seguir y apuntar a un beneficio común.