El Monte consiguió un histórico doblete: Uruguayo y Valentín Martinez, tras ganarle una agónica final a Old Christians 11-6 en el alargue
Si alguno le quedaban dudas sobre lo de Monte VI, se las borró ayer. Había entrado cuarto a los playoffs del Uruguayo, pero barrió a todos. ¿Casualidad? ¿Mala tarde de sus rivales? Difícil, pero quizás alguno podía sostenerlo.
Pero ayer, Monte VI despejó cualquier duda y se proclamó como el mejor equipo de la categoría M19 del rugby uruguayo. Justo en el escalón previo al rugby de mayores, se reveló como el mejor plantel, y como una fuente de valores a tener muy en cuenta.
Lo hizo con el doblete del Uruguayo-Valentín Martínez, algo difícil de lograr, sobre todo porque tras el Uruguayo suele haber un afloje lógico, y más cuando el Valentín viene en semanas consecutivas.
Y lo hizo porque se demostró un equipo maduro, que creció enormemente desde aquel partido semifinal en el que venció a Old Boys 14-6. Tuvo la mentalidad ganadora y la regularidad para mantenerse, y quedarse con la copa tras una agónica final ante Old Christians.
Fue el cierre perfecto para un año soñado. En el que no solo pusieron en duda la supremacía de los tres grandes, sino que la hicieron trizas.
La final fue épica. Como habitualmente pasa en esta categoría, salió un test match, con dos equipos jugando a error cero y pensando en no cometer errores más que en buscar el ingoal contrario.
Las defensas le ganaron a los ataques en los 30 minutos de juego, a excepción de los penales que pusieron el empate 6-6, aunque Monte VI había sido un poco más en eso de mover la pelota cerca de las formaciones y buscar quebrar la línea ventaja, con la misma fórmula que en el Uruguayo: forwards valientes y que saben jugar pelota en mano para encontrarse con backs hábiles, que también supieron usar el pie para pasarle la presión al rival cuando era necesario. Esa leve superioridad en el juego le dio la chance de ganarlo en el último minuto, pero el penal se fue ancho y hubo que ir al alargue.
En ese alargue, otra vez juego muy cerrado, y apenas un par de opciones de juego antes que se fueran los cuatro minutos del primer tiempo. Pero en el segundo chico nuevamente pesaron más las ganas de Monte VI. En la primera en que pudo encontrar un espacio y ganar la ventaja por la banda, para llegar al try contra la bandera en el segundo alargue, para alcanzar el try de oro que le dio el triunfo. Un título histórico, y a su vez, una responsabilidad enorme: mantener este legado, y que nos e quede en una hazaña juvenil, sino en la base de un nuevo club competitivo del rugby uruguayo.