No se aguanta más. El reloj que día a día reduce sus dígitos esperando la patada inicial que de comienzo a la máxima fiesta del rugby en el mundo, cada vez se aproxima más al 0.   

 

Nueva Zelanda, equipo que en su historia ha sido catalogado como el mejor, solo ha obtenido 1 mundial (disputado en casa), tiene la intención de repetir dicho logro en este año de fiesta que vive el país de los kiwis. 

 

Si bien un mundial siempre es una fiesta a nivel global, significa una enorme fuente de ingresos y beneficios para sus organizadores. Los mismos, que han estado aprontando hasta el más mínimo detalle de cara a la cita pactada para Setiembre de este año manifiestan tener confianza en el éxito del evento.  

 

El mismo Martin Snedden, jefe ejecutivo del comité organizador, anuncia que más de 95.000 visitantes se darán cita en tierras neocelandesas para disfrutar del evento internacional. Y ellos, a su vez, confían en realizar el mundial más impresionante y exitoso que se haya visto en la historia, a nivel de rugby.    

 

Todo parece pronto, lo único que hay que esperar es para que el reloj marque 0, y la ovalada comience a volar.