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Se divide Buenos Aires

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La URBA eligió una nueva directiva, donde se impusieron  quienes se oponen al profesionalismo del Pladar, hay versiones del la creación de una liga paralela

 
 
La amenaza de un cisma pesa sobre el rugby de Buenos Aires. Esa agria perspectiva es la una de las posibilidades que se desprende tras la elección de autoridades de la URBA el lunes pasado, en la que se impuso la lista opositora, opuesta a que los jugadores del Pladar compitan en el torneo.
 
Por apenas seis votos, en una histórica votación que no ninguna abstención entre los 68 clubes, y que terminó con un resultado de 242 a 236, Carlos Compagnoli, representante de Curupaytí, fue elegido presidente de la URBA para el período 2011-2012.
 
Compagnoli representa a una corriente de clubes que se oponen desde el comienzo del Plan  e Alto Rendimiento, que becan con 2.600 pesos argentinos  (13 mil uruguayos) a los jugadores que se desempeñan en Argentina y que defienden a los Jaguares o Los Pumas, bajo el concepto de que el profesionalismo no debe convivir con una unión de rugby amateur.
 
De esa manera, se abre un serio conflicto, ya que la autorización excepcional (votada a principio de año) para que los “Pladares” compitan en sus clubes vence a fin de año, y la postura de la nueva dirigencia es cerrada a oponerse a su continuidad, a diferencia de la directiva saliente, encabezada por Néstor Galán (San Luis), que mantenía buenas relaciones con la UAR y promovía un período de gracia hasta 2012, cuando se supone que, con la entrada de Los Pumas en el Tres Naciones, los jugadores del Pladar ya tendrán suficiente competencia para estar todo el año afectados al seleccionado. 
 
Este año, los Jaguares disputaron la Vodacom Cup en Sudáfrica (febrero y Marzo), el Sudamericano (Mayo), Nations Cup (junio), Americas Cup (setiembre) y la gira por Rusia (octubre), y algunos también fueron parte de Los Pumas. De todos modos, la UAR pretende seguir ampliando la base de competencias.
 
Otra de las grandes dudas es que ocurrirá con el torneo Argentino de clubes, ya que en esa competencia los seleccionados del interior -que abiertamente han apoyado la posibilidad del profesionalismo- juegan con sus profesionales del Pladar, lo que irían  en contra de los postulados de la nueva directiva de la URBA, de no hacer competir a profesionales con amateurs.
 
“Buenos Aires no debe tener profesionales. No puede convivir el profesionalismo con el amateurismo. Hay que separar las aguas. Nuestro estatuto no lo permite”, dijo el nuevo presidente en declaraciones a la prensa. 
 
El tema preocupa mucho a la UAR, que estudia los pasos a seguir, dentro de un camino en el que ha apostado decididamente por el Pladar. Esas diferencias entre el ente nacional y el de Buenos Aires se refleja también en el serio enfrentamiento con las provincias, que decretó que la URBA perdiera su poder histórico (siempre tuvo la mayoría en la UAR), y que ahora lo deja con apenas 3 de los 9 directivos.
 
En declaraciones al diario La Nación, el presidente de la UAR, el tucumano Francisco Castillo, aseguró que “buena parte de los clubes no está de acuerdo con su visión. Lo importante es que la UAR está sólida, unida, y no torcerá su rumbo”.
 
En entrevista con Rugbyfun, Campagnoli expresó que la prohibición para que los jugadores del Pladar jueguen con sus clubes está basada en los estatutos de la URBA, y que para modificarse esa posición se debería hacer, como en 2010, una Asamblea Extraordinaria. “Vamos a tratar de generar un diálogo y entendimiento. Queremos mayor protagonismo en la Unión Argentina de Rugby; nosotros somos una unión muy fuerte y necesitamos crecer en nuestra posición. Por otro lado, el tema de los Pladares no es nuestro, sino de todos los clubes que han decidido que las cosas sean así. Se tiene que revisar por medio de una asamblea extraordinaria. Es un tema importante que tendrán que tratar los clubes, como se hizo en el pasado. Si se obtiene la mayoría estatutaria para modificar la resolución actual, entonces ese será el camino. Mientras tanto el Consejo no puede hacer nada al respecto”.
 
A esta altura, y según lo que recogen varios medios de la vecina orilla, en el ambiente del rugby porteño se menciona la posibilidad de un cisma que divida a los clubes que apoyan el profesionalismo y a los que se oponen, con un torneo paralelo abierto a los “pro”, una idea que apoyarían los clubes de La Plata y Lomas, entre otros. “Ojalá no suceda. Sería una locura, pero nada es descartable. Los rumores están y las versiones están latentes”, dijo Castillo a La Nación, mientras que también habló Luis Gradín, el derrotado en la elección de la URBA, representante de Belgrano y favor del profesionalismo. “No creo en una liga paralela. No hay vocación de la mayoría de los clubes, ni creo que sea bueno para nadie pensar en eso. Los espacios que deja la URBA en la UAR más la falta de unidad en la URBA pueden hacer aparecer empresarios que les paguen a jugadores profesionales para torneos regionales”. 
 
“Campagnoli hizo declaraciones que ya son un poco agresivas. Un jugador del Pladar no es un profesional, es un becario. Un tipo que gana 2000 pesos por mes es un cartonero del rugby. Venimos escondiendo bajo la alfombra al Pladar hace dos años, y ahora nos agarró una locura de atrasar 30 años. Un entrenador que gana 30.000 pesos no puede decirle a un chico que gana 2000: ‘Sos un cartonero del rugby y no podés entrenarte en el club’”, cerró Gradin a La Nación.

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