Fue el primer Mundial para Rusia, y a pesar de retirarse derrotado en todos los partidos que disputó, el saldo fue positivo. El equipo iba para adquirir experiencia y foguearse con los mejores del mundo, cosa que terminaría aconteciendo. Sobre todo ante Australia, equipo al que más partido lo harían entre los más poderosos.  

 

Pero todo ciclo llega a su fin, y así lo consideró la federación de dicho país al ponerle punto final a la relación con Nikolay Nerush. El entrenador, encargado de llevar a Rusia a su primera RWC, se despidió así del seleccionado.

 

De todos modos, en una muestra del poder que va tomando el rugby ruso, y del apoyo que tiene de la IRB, la Federación ya designó a su sustituto: se trata del galés Kingsley Jones, ex jugador de 42 años, ex tercera línea internacional, que llega para continuar con todo lo bueno hecho hasta el momento y brindar su experiencia para que este equipo siga creciendo y mejorando. Obviamente el gran objetivo de cara al futuro consiste en clasificar a los osos por segunda vez consecutiva a una RWC.    

 

Por su parte el neozelandés Henry Paul, que entrenaba a los backs, se convertirá en técnico del equipo rugby seven, añadió la federación.