Francia sacó carnet de candidato: le ganó a Irlanda 33-10, dejó al actual campeón casi sin chances y se ratificó como el mejor equipo de las dos primeras fechas del Seis Naciones

La selección francesa acabó con la racha de 12 partidos sin perder de Irlanda y su sueño de revalidar el título del “Grand Slam” en el Seis Naciones, con una victoria en París digna de enmarcar por el espectacular despliegue galo en todos y cada uno de los fundamentos del juego.

Junto con el desplazamiento a Londres, éste era el partido clave del torneo para el XV del Trébol, que, no obstante, vio su techo y evidenció sus carencias frente a unos Bleus magníficos en su conjunto y en algunas individualidades.

En su sexta aparición con el XV del Gallo, el segundo centro local, Mathieu Bastareaud, se consagró de la misma manera que su número contrario, el ya veterano Brian O’Driscoll, lo hizo en París con un hat-trick hace diez años, la última ocasión que los verdes derrotaron a Francia en su casa.

Bastareaud deslumbró con un repertorio de tackles, velocidad de manos y piernas, imaginación y creatividad, lo que asegura el futuro para su selección en los próximos años.

La primera parte estuvo definida por dos claras mitades. Una en la que los visitantes, siguiendo el plan de juego de Declan Kidney, fijaron a Francia en su campo a base de patadas sobre la defensa, con lo que evitaban su avance hacia posiciones de try.

Los irlandeses alejaban momentáneamente el peligro de los rucks galos y su preciso y veloz off-load, base de su característico juego de manos.

Y hubo una segunda, en la que Francia aprovechó diez minutos de superioridad numérica para avanzar terreno, dominar el encuentro, crecer en el partido y dejarlo prácticamente resuelto para la reanudación.

No obstante, a punto estuvo el XV del Trébol de golpear primero gracias una fugaz internada por el centro de D’Arcy, que bien pudo acabar en try de no ser porque el pase con el que superó al último defensor local golpeó el poste.

Del posible try para Irlanda se pasó al primer golpe de castigo para Francia, que transformó Parra, después de que el  pilar izquierdo verde Healy viera la tarjeta amarilla y los diez minutos de expulsión.

El XV del Gallo sacó máximo provecho a su superioridad numérica cuando a falta de pocos segundos del regreso de Healy, el primer centro Jauzion depositó el oval bajo palos tras la ruptura de líneas del potentísimo Bastareaud.

Con la confianza del campeón aún intacta, Irlanda pudo acortar distancias al filo del descanso, cuando, sobre la línea de try francesa, descartó varios penales a favor concedidos por el árbitro para buscar diez posibles puntos que no llegaron.

Una mala opción, que junto a la ocasión perdida de D’Arcy en los primeros minutos, condicionó quizá el resto de la contienda.

Y así fue en el segundo acto, en el que Irlanda acabó por ahogarse en sus propios fallos y en la potencia física de las primeras líneas de Francia, capaces como pocas de desmantelar a la apisonadora de Munster, convertida en un mero utilitario.

Consolidada al frente ya de la clasificación del Seis Naciones, Francia visita a Gales el próximo viernes, mientras que Irlanda se enfrentará a Inglaterra en el londinense estadio de Twickenham.

Ficha técnica: 33 – Francia: Poitrenaud, Clerc (Marty, m.47), Bastareaud, Jauzion (Michalak, m.65), Palisson (Malzieu, m.24), Trinh-Duc, Parra; Domingo, Servat (Szarzewski, m.49), Mas (Marconnet, m.49, Mas, m.72), Nallet, Pape (Pierre, m.72), Dusautoir (capitán), Ouedraogo, Harinordoquy (Bonnaire, m.58).

10 – Irlanda: Kearney, Bowe, O’Driscoll (capitán), D’Arcy, Earls, O’Gara (Sexton, m.69), O’Leary (Reddan, m.70); Healy, Flannery (Best, m.58), Hayes (Court, m.49), Cullen (Ryan. m.58), O’Connell, Ferris, Wallace, Heaslip.

Anotaciones: Francia: 3 tries, Servat (m.26); Jauzion (m.30), Poitrenaud (m.56) penales, Parra (m.18, 70) 3 conversiones, Parra (m.27, 31, 57) 2 drop, Parra (m.63), Michalak (m.79) Irlanda: 1 try, Wallace (m.63) 1 penal, O’Gara (m.29) 1 tconversión, O’Gara (m.64) Árbitro: Wayne Barnes (Inglaterra), sancionó a Healy con una tarjeta amarilla