Los Teros cayeron 22-30 con Fiji Warriors; el camino al Mundial está costando, pero la clave está en lo que queda en cada derrota

Fotos Victoria Acuña-RugbyNews

Ignacio Chans-Redacción RugbyNews
El camino al Mundial para Los Teros es, en alguna manera, un nuevo viaje de autodescubrimiento. Sí, la celeste del rugby tiene clarísima su identidad, forjada en la historia, y reescrita en los últimos tiempos, en este proceso que terminó con la clasificación al Mundial. Pero ahora empezó otra historia. Semana a semana la selección Uruguay se enfrenta a rivales superiores. Pasó con Estados Unidos A, con Argentina, con este Fiji Warriors que llegó a Montevideo. ¿Que el objetivo a corto plazo es ganarles para poder medirse de igual a igual con los seleccionados principales? Sí, claro. ¿Qué ese momento no llegó? También. Esta cerquita, se divisa más un fin de semana que otro, pero hasta ahora no se puede lograr.

Pero el camino es este. Porque semana a semana, Los Teros van descubriendo sus límites y viendo que tiene que apelar a cada vez más armas para ser más competitivos. Ya pasó la pesadilla de Santiago, y el equipo retomó su actitud. En su mayoría, después de cada partido, resaltan más los errores que las virtudes. Pero eso es porque los rivales exigen al límite, porque en definitiva, están más arriba. Pero también, con cada semana el equipo va acumulando información de cara al gran objetivo del Mundial.

Ayer fue una derrota 30-22 ante Fiji Warriors, un seleccionado que tiene algunos mundialistas y muchos jugadores de desarrollo. Y quizás la mayor enseñanza haya estado en ver al equipo enfrentando un juego totalmente diferente al que los celestes están acostumbrados: el clásico juego isleño, que mezcla intensidad física total con mucha velocidad de manos y potencia de piernas.

La derrota fue justa, a pesar de la buena imagen final, porque en la mayor parte del partido Fiji fue el que propuso el ritmo y el tipo de juego. A diferencia de la semana pasada ante Los Pumas, cuando fue Uruguay el que impuso el ritmo y Argentina encontró sus huecos de pelota recuperada, se dio el peor escenario: los fijianos corrieron, patearon, tacklearon, movieron la pelota, y Uruguay anduvo a los saltos buena parte de la tarde, sobre todo en el primer tiempo.

Con problemas para obtener en las pelotas aéreas –el visitante apostó por ahí y cuando vio que a Uruguay le costaba siguió de largo- y con problemas para detener la dinámica rival, y perdiendo el duelo de kicks, a Uruguay le costó tener la pelota y construir. Y los fijianos de a poco empezaron a machacar: el primer try lo obtuvieron en el juego cerrado luego de recuperar la pelota tras una mala recepción uruguaya, y de ganar la ventaja con un buen kick cruzado. Luego obtuvieron otros dos tries por afuera, ganando en ventaja con velocidad, para poner el 15-3. Claro, ese era el último cuadro de la película, porque antes habían ganado en el contacto y liberado para poder meterle velocidad al juego. Uruguay le costó tacklear y complicar los rucks rivales, y además volvió a cometer un pecado que había mostrado ante Argentina: no aprovechar las pocas chances ofensivas que tuvo, sobre todo un scrum 5 a favor cuando dominaba en esa formación. Eso también provocó que el rival se agrandara y se animara a jugar más.

El segundo tiempo arrancó otra vez con Fiji dominando y llegando a un try para irse 22-3: ganó el en contacto, jugó un par de fases en corto y try. Uruguay tuvo la virtud de seguir peleando, y lograr por fin jugar a lo que quería: mover lo suficiente como para que los fijianos ya no complicaran cada ruck uruguayo, para lograr ese desorden característico de los isleños y obtener penales. El resto lo hicieron el scrum y el maul, a pesar de alguna chance desperdiciada, para obtener un try penal para ponerse a 12, 22-10.

Pero acto seguido, otra vez el karma de las recepciones: mala recepción y apareció un fijiano de la nada para agarrar la pelota e irse al ingoal para el 27-10. Otro elemento para guardar en la valija de los aprendizajes: cuando se es menos hay que aferrarse a cada momentito de dominio para construir confianza desde allí. El no aprovechar el momentum, que dijo luego Lemoine en conferencia.

Con el 30-10 (pocos minutos después los fijianos consiguieron un penal), el partido cambió. Es cierto, los oceánicos se fueron del partido en cuento a la concentración, pero también es cierto que Uruguay empezó a mostrar algunas pistas de ese viaje de autoconocimiento. Lo fueron a buscar con rebeldía en el cierre, pero además encontraron el juego que no habían logrado en todo el partido: los forwards yendo hacia adelante y lastimando, pero los medios moviendo la pelota lo suficiente como para hacer correr y desordenar al rival y no generar un juego donde los tres cuartos recibían estáticos, como pasó en el primer tiempo, favoreciendo los tackles matadores del visitante. Fueron lindos minutos de juego, porque la tercera línea y los centros corrian hacia adelante y ganaban metros, porque la pelota iba de lado a lado y porque cerca del ingoal se armaron mauls para dar el último puntillazo: el juego integrado que necesita construir el equipo para el Mundial.

Sí, fueron poco más de 15 minutos. Quizás si hubiesen sido 60’ se hubiese podido pelear la victoria, pero el resto del partido saltaron más a la vista los errores que los aciertos. No gusta y hasta quizás de ratos genere sentimiento de frustración, y está bien. Pero si el viaje de autoconocimiento funciona, el equipo se habrá llevado del Charrúa más ingredientes para ir armando su nueva identidad. En definitiva, la meta está por allá por setiembre, en Twickenham.

URUGUAY 22-FIJI Warriors 30
URUGUAY: 1) Mateo Sanguinetti, 2) German Kessler, 3) Mario Sagario; 4) Santiago Vilaseca (c), 5) Jorge Zerbino; 6) Fernando Bascou, 7) Diego Magno, 8) Agustín Alonso; 9) Rodrigo Silva, 10) Jerónimo Etcheverry; 11) Leandro Leivas, 12) Alberto Roman, 13) Joaquín Prada, 14) Francisco Bulanti; 15) Santiago Gibernau. HEAD COACH: Pablo Lemoine

FIJI: 1) Peni Ravai, 2) Isireli Ledua (c), 3) Taniela Koroi; 4) Savenaca Tabakalagi, 5) Mataiasi Ucutabua; 6) Apisai Naikatini, 7) Meli Baivatu, 8) John Dyre; 9) Serupepeli Vularika, 10) Kini Douglas; 11) Nacani Wakaya, 12) Eroni Vasiteri, 13) John Stewart, 14) Sam Speight; 15) Tikilaci Vuibau. HEAD COACH: Senirusi Seruvakula
CAMBOS URUGUAY: 17) Alejo Corral, 20) Matias Beer y 18) Carlos Arboleya x Sanguinetti, Sagario y Bascou, 19) Mathias Palomeque x Zerbino, 22) Alejo Durán x Silva, 21) Mathias Braun x Alonso, 23) Manuel Blengio x Leivas
ENTRARON EN FIJI: 16) Seru Tabaiwalu, 17) Kirwan Sanday, 18) Joeli Veitayaki, 19) Jolame Bera, 20) Malakai Namalo, 21) Emori Waqa, 22) Saimoni Tuilaucala, 23) Kitione Ratu
PUNTOS: 7’ penal Etcheverry (URU) 3-0, 9’ try Ledua (FIJ) 3-5, 32’ try John Dyre (FIJ) 3-10, 39’ try Eroni Vasiteri (FIJ) 3-15, 43’ try Isireli Ledua convertido por Serupepeli Vularika (FIJ) 3-22, 56’ Try penal convertido por Etcheverry (URU) 10-22, 58’ try Nacani Wakaya (FIJ) 27-10, 62’ penal Tikilaci Vuibau (FIJ) 30-10, 79’ Try Palomeque convertido por Etcheverry (URU) 30-17, 80’ try Arboleya (URU) 30-22
REFEREES: Juan Sylvestre, Jason Mola, Esteban Filipanics (Arg)
CANCHA: Estadio Charrúa
AMARILLAS: Kirwan Sanday (FIJ), Arboleya (URU), John Dyre (FIJ)