Los Springboks golearon 87-0 a Namibia y en un partido en el que no tuvieron oposición
Sudáfrica tuvo oposición durante, digamos, seis minutos. Desde que uno de los forwards de Namibia perdió una pelota en el contacto, los sudafricanos abrieron rápido y Gio Apllon terminó corriendo media cancha para apoyar bajo los palos, el partidos e acabó y comenzó la paliza sudafricana, que se despachó con una histórica 87-0, la más amplia del seleccionado en copas del mundo. Los 12 tries le significaron seguir en lo más alto del grupo D, asegurarse la clasificación a cuarto y marchar hacia el primer puesto, si bien aún le queda enfrentar al duro Samoa.
Fue también una buena noticia para Uruguay, ya que quedó atrás el mayor margen de diferencia favorable de puntos en un Mundial, que tenía en 66 (72-6) contra Los Teros en el arranque del Mundial de 2003. También igualaron su propio récord de diez partidos consecutivos invicto en el Mundial, y el wing Bryan Habana se convirtió en el jugador de los Springboks con más tries marcados (39).
Fue un partido sin equivalencias. Namibia no tuvo tackle, y tampoco cuidado de la pelota en el contacto o el juego corto, además de que apeló a jugar de manos cuando no debía y en las formaciones fue siempre hacia atrás. Fue la receta perfecta para Sudáfrica, que consiguió el punto bonus en el entretiempo, ya que con los tries de Aplon, Habana, Fourie y un try-penal, se iba al descanso con la victoria 31-0.
En el segundo tiempo llegó el cansancio de los namibios, y los Springboks , con muhísimo más resto, hicieron ocho tries más para cerrar la máxima goleada de este Mundial. Frans Steyn, Morné Steyn, De Jongh (2), Aplon, Hougaard (2) y Rossouw, apoyaron en el segundo tiempo.