Nunca es fácil mantener el nivel de juego, y menos cuando se logra un título tan importante como una RWC. Mantener siempre motivado a un equipo que constantemente se codea con la gloria no es trabajo para cualquiera, y Steve Hansen lo tiene claro.   

 

En teoría, el gran objetivo de aquí a futuro será renovar las filas de la selección nacional. Si bien la misma dispone de algunos de los mejores jugadores del mundo, estos no estarán para siempre y el recambio debe comenzar más antes que temprano si es que se quiere seguir por la misma línea. 

 

Por lo menos en el comienzo, el plantel será mechado entre grandes referentes y jóvenes promesas, que aprenderán de estas figuras que siempre serán recordadas por haber ganado la 2da RWC de la historia de los maoríes. 

 

Además, rotar el plantel respecto al último campeón mundial, le otorgará al equipo mayor rebeldía y hambre de gloria por parte de la juventud. Que querrá repetir la hazaña, en lugar de muchos jugadores que se sienten realizados tras ganar el máximo torneo internacional y por lo menos en principio no serán citados.  

 

Esto abre el debate en NZ, ya que al seleccionado campeón se lo debe reconocer como tal y a los jugadores artífices de este logro también. Hansen confía en que esto no es dejar de lado lo logrado, sino seguir avanzando en busca de lograr un objetivo concreto: mantener una consistencia mental y la motivación necesaria para lograr grandes cosas. Mechar lo ya hecho con el futuro, en busca de que las cosas sigan mejorando día a día.