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Maglione ubicó al rugby entre las apuestas para Río 2016

Escrito por adminrg*/ ?> Publicado en Selección, Teros VII, Uruguay

“El rugby puede dar una sorpresa en Río”, dijo el presidente del Comité Olímpico Uruguayo, de cara al ciclo olímpico que se inicia tras el final de Londres 2012

Julio César Maglione-foto Montevideo.com

Julio César Maglione-foto Montevideo.com

Terminaron los Juegos Olímpicos de Londres, y con ellos, empezó el ciclo olímpico rumbo a Río de Janeiro 2016. Es un momento sin precedentes para el rugby, de los más significativos de toda la historia, porque en Río el seven dirá presente por primera vez. Y también para Uruguay: el rugby seven es uno de los deportes colectivos con más chances de llegar a los Juegos Olímpicos, y más después de conocerse el plan de clasificación que la IRB le propondrá al Comité Olímpico Internacional, que asegura una plaza fija para Sudamérica.

Eso lo sabe bien el presidente de Comité Olímpico Uruguayo, Julio César Maglione. Al punto que en el cierre de Londres 2012, al analizar lo que se viene, el máximo dirigente deportivo del Uruguay ubicó al rugby entre las cinco mayores apuestas del COU para el próximo ciclo olímpico, junto al yachting, el volley playa, el vóleibol y el hockey.

En declaraciones al diario El Observador, Maglione se refirió a la mejor actuación celeste en Londres, Alejandro Foglia, y dijo que “hay buena disposición del COU como del gobierno para ayudar”.

“Entonces queda definido en dónde invertir”, preguntó el periodista, a lo que el presidente del COU respondió: “Sí, también tenemos que ver hasta dónde puede llegar el vóleibol playa, hándbol y hockey. Y el rugby que puede llegar a dar una sorpresa en Río, donde se competirá por primera vez”.

En el mismo sentido, la ministra de Turismo y Deporte, Liliam Kechichián, dijo pocas horas después que el rendimiento en Londres 2012 no había sido el esperado y que hay que “diseñar nuevas estrategias” para 2016, de manera de redirigir los fondos del Estado, que en este ciclo olímpico alcanzaron US$ 1 millón. “Tenemos la posibilidad de evaluar un ciclo y hay que hacerlo con mucha rigurosidad e implementar algunas cuestiones vinculadas al deporte de alto rendimiento. No va a haber deportistas de elite si no hay infraestructuras que estén a la altura”, expresó la ministra.

Acercamiento estratégico.
Las palabras de Maglione no son antojadizas: desde que se confirmó el ingreso del rugby en los JJOO el Comité Olímpico Uruguayo empezó a acercarse cada vez más a la Unión de Rugby del Uruguay, que a su vez fijó un nexo entre ambos organismos, cargo que en un principio ocupó el ex vicepresidente Alejandro Sagasti, y que con esta directiva pasó a ocupar el secretario de la Unión, ex presidente de la URU y ex Director Nacional de Deportes, Pablo Ferrari.

El logro del Sudamericano de Río de Janeiro fue un mensaje muy fuerte del rugby uruguayo, que fue recogido por los órganos oficiales del deporte en Uruguay, así como la posibilidad de acortarle terreno a Argentina, que no tendrá a la disciplina como prioridad en los próximos años, ante el enorme desafío del Rugby Championship.

Así, el ingreso del rugby en el ciclo olímpico tiene algunas metas concretas marcadas: Los Teros VII ya participaron de los Panamericanos de Guadalajara –quedaron cuartos y apenas afuera de las medallas- y volverán a hacerlo en los Juegos Odesur 2014, en Santiago, además de los Panamericanos 2015 en Toronto. Para todo eso habrá apoyo total del COU en traslados y estadías.

El apoyo del COU significa la posibilidad de acceder a becas de “Solidaridad Olímpica”, del Comité Olímpico Internacional, que implican poder capacitar a entrenadores en el exterior, así como traer entrenadores extranjeros para realizar capacitaciones –algo de lo que ocurrió en la previa a Guadalajara, cuando vino el ex DT de Argentina Duncan Forrester-.

El ingreso en el mundo olímpico también abre la posibilidad de recibir ayudas de la Dirección Nacional de Deportes, y de la Fundación Deporte Uruguay, que le da la chance a empresas estatales o privadas de lograr exoneraciones de impuestos a través del apoyo al deporte e (todos modos, la ley aún no está reglamentada por el Poder Ejecutivo).

Todo eso se suma al plan estratégico a presentar en noviembre ante la IRB, que incluirá la intención de ofrecer planes de viaticado de jugadores y profesionalización de cuerpos técnicos, con fondos tanto de la URU como de la IRB.

Todo eso suena a mucho, y a muy grande. Sin embargo, es parte del mundo que se le abrió al rugby uruguayo hace meses, aunque ahora empieza una etapa en que todo se vuelve más tangible. Y sobre todo, en la que la URU pasa a ser un jugador importante dentro del olimpismo local. Habrá que aprovechar este momento histórico para el rugby uruguayo.

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