Ya ha pasado casi un mes desde que el jugador protagonizó un importante incidente en un bar de Rarotonga, bajo la influencia del alcohol. Inmediatamente el internacional de la marea negra saldría a pedir disculpas públicas respecto a lo acontecido, y pidiendo ayuda para superar su dependencia a la bebida.     

 

Ante estos in sucesos,  la Unión de Rugby neozelandesa saldría a apoyar a Guildford, manifestando que se lo intentaría ayuda en todo lo posible; pero que a pesar de ello, este no podría evadir la lógica sanción que merece tal acto de indisciplina.  

 

Sería el Manager General de la NZRU, Neil Sorensen, que acordaría con el jugador los pasas a seguir para comenzar con su necesaria rehabilitación. Esta constará de un tratamiento profesional y la atención de especialistas, que serán parte fundamental de la recuperación del back, que hubiese confesado su problema en plena disputa de la última RWC 2011.  

 

Además, se terminó de decidir la sanción que el internacional deberá cumplir por la irresponsabilidad cometida. En principio, será suspendido por 4 partidos, lo que provocará que se pierda el comienzo de la temporada del Super Rugby con el equipo que defiende: los Crusaders. Sumado a los amistosos ante Highlanders, Hurricanes y Rebels, previos al inicio del certamen internacional.