Uruguay cerró la primera jornada del Seven de Punta del Este con una gran actuación, que le permitió ganarle 22-7 a Brasil y, al menos asegurarse las semifinales de Plata el domingo.

 

Fue una actuación completa de los celestes. Porque cumplieron en defensa y ataque, y no le dieron oportunidades a un Brasil que lució desbordado.

 

Uruguay arrancó con fuerte presión sobre la defensa de Brasil, y con buena actitud para tacklear y rápidamente ponerse en posición se pescar, de manera de complicar cada ruck norteño. Los tackles también fueron muy buenos, porque se enfocaron en impedir el pase, de manera que los brasileños no pudiesen sumar dinámica en continuidad.

 

Así los celestes, los celestes rápidamente llegaron al primer try, en una rápida transición defensa ataque en la que se lució Rodrigo Martínez, que avanzó amagando permanentemente el apsdse, de manera de fijar ya no la marca ajena sino la de sus compañeros, para terminar mandándose solo hasta el ingoal y poner el 7-0.

 

Los celestes siguieron dominando, aunque no podían quebrar a la hasta allí ordenada defensa brasileña. Y como en el try de Martínez, aparecería la clave que hace de este Uruguay algo diferente: las individualidades. Las genialidades que permiten encontrar espacios donde aparentemente no los hay. En ese caso fue Agustín Ormaechea, que probó con un sombrero que le permitió irse solo y poner el 12-0.

 

Un la ventaja de dos tries, el segundo tiempo se hizo más accesible. Brasil se puso nervioso, y empezó a cometer los errores que antes no. Entonces llegó un kick intrascendente en ataque, pero que encontró la rápida respuesta de Favaro que fue a presionar, que tackleo y pescó, y se fue solo al ingoal para poner el tercer try: 17-0.

 

Allí se acabó el partido, y llegó el cuarto tras un nuevo error de salida, un line pasado de Brasil Y Rodrigo Martínez que puso el 22-0. Brasil por fin reaccionó en el cierre, y por primera vez pudo quebrar tackles uruguayos para anotar un bonito try de la honra. 

 

Fue una linda victoria celeste. Por lo que mostró en el juego colectivo, pero también por esas cosas diferentes que dan las individualidades. Uruguay cerró un muy buen primer día, con un equipo joven que creció mucho durante el día. Hay madera, y hay que seguirla puliendo.